Sofía Santaclara: Cuarto de Maravillas

Esto que veis abajo es el catálogo de "Cuarto de Maravillas". Imita las cartas de Pantone, un formato que no puede ser más adecuado para esta exposición que a pesar de estar compuesta de fotos en blanco y negro, rezuma colores y matices por todas las esquinas.

Yo de pequeña tenía una vena coleccionista que, aunque se ha atenuado un poco con el tiempo, todavía me lleva a inventariarlo y clasificarlo todo. Confieso que cualquier cosa, por el hecho de estar dentro de una vitrina, una cajita o una tulipa de cristal me toca la fibra sensible.

Por eso es que me fascina la idea de los Gabinetes de Curiosidades o Cuartos de Maravillas;  y si hubiese sido una dama renacentista seguro que habría tenido uno junto a mi alcoba, para pasearme entre pinturas, fósiles y plantas exóticas traídos de los paises más lejanos.

Si os explico todo esto es sólo para que entendais por qué me ha gustado tanto la exposición de Sofía Santaclara en la galería "Vértice"; en ella la artista nos abre la puerta de esa habitación privada donde guarda sus tesoros. Si además la propia Sofía te ofrece una visita guiada, lo más probable es que te sumerjas en su universo hasta donde ya se no hace pie, como me ocurrió a mí ayer.

La serie Estrella de Koch reproduce distintas formaciones de los cristales de hielo que componen la nieve que tanto le gusta a Sofía.

En el Iris de Pandora veo un claro homenaje a las imágenes oníricas de Man Ray, sugerentes y a la vez con un punto inquietante; son un buen ejemplo de esas fotos que Sofia dice captar con obturidad y alevosía.

La caja de las algas nos enseña los misterios del fondo del mar, que también están presentes en estos jarrones que contienen un pez vivo cada uno.

 

Como no podría ser de otra forma, esta peculiar colección de mariposas se titula Lepidopteras, cada una lleva su nombre culto y vulgar debajo. Todas diferentes, todas tan bonitas y pizpiretas que no necesitan mostrar sus caras para  demostrarnos que cada una tiene su personalidad individual.

Están tan llenas de vida que a una le queda la duda de si se desprenderán de sus alfileres cuando no las vemos y danzarán a sus anchas por la sala durante toda la noche. Así que, ven a visitarlas antes de que se escapen...

SOFÍA SANTACLARA

CUARTO DE MARAVILLAS

27 de septiembre-27 de octubre

Galería Vértice

C/Marqués de Santa Cruz, 10 Oviedo

 +info: www.sofiasantaclara.com

           www.facebook.com/sofia.santaclara

           www.galeriavertice.com/

         

Mi primer pasaporte

En casa de mis padres no se tira nada, lo que significa que al abrir cualquier cajón corres serio peligro de que se te cuelen en el alma treinta años de recuerdos. Esta tarde, sin ir más lejos, ha aparecido esta reliquia, mi primer pasaporte.

Corría el año 1980 pero recuerdo, como si fuera ayer, mi orgullo al estampar aquella firma que llevaba un par de días ensayando y también mi sorpresa cuando me dijeron que aquel librito tan fino tenía que durarme cinco larguísimos años. Yo pensaba, secretamente, que mucho antes de que caducara estaría repleto de cuños y habrían de darme uno nuevo.

Lo cierto es que, como ya habréis sospechado, al final casi todas las hojas se quedaron en blanco, pero lo importante es que ya había prendido en mí la ilusión de conocer el mundo. A mis seis tiernos añitos, sin haber leído a Carmen de Burgos, ya opinaba como ella que "si fuera rica no tendria casa, tendría una maleta".

Takoyaki

Aunque ya me habían advertido que en Tokyo iba a comer de fábula, la verdad es que tenía cierto recelo. Me gusta el arroz y el pescado, eso ya era un punto a favor, pero  no soy una de esas personas que comen de todo, soy un poco quisquillosa... No obstante, mis amigos tenían razón, al final probé un montón de cosas nuevas y lo encontré todo delicioso.

 

Esto es takoyaki, una de las opciones de comida rápida más populares de Japón e infinitamente más rica y más sana que las porquerías que comemos en Occidente cuando tenemos prisa o no nos apetece cocinar.

Takoyaki se podría traducir en español por algo así como pulpo frito. Son unas bolas de masa hecha con harina de trigo a la que se añaden varios tipos de verduras que les dan un sabor muy especial. No conozco la receta, pero sí que identifiqué al menos jengibre y cebolleta en la mezcla. En su interior guardan un trocito de pulpo, como si fuese la sorpresa de un huevo Kinder.

Como todo lo que hacen los japoneses, su forma es totalmente perfecta y regular, todas redonditas y del mismo tamaño. Eso es porque las fríen en el Takoyakiki, una plancha con agujeros semiesféricos. Cuando están bien fritas por un lado, les dan la vuelta con ayuda de unos palillos, lo cual exige una gran destreza. Hay que hacerlo muy rápido para que sólo se dore la fina corteza exterior y queden bien jugosas por dentro.

Al servirlas te dan a elegir entre varios condimentos. Yo os recomiendo ponerles salsa takoyaki, muy parecida a la Worcester, aonori seco en polvo (un tipo de alga verde) y katsuobushi (virutas de atún rojo desecado).

Gindako es una cadena de restaurantes de comida rápida que se dedica exclusivamente a preparar takoyaki, para llevar o para comer en el mismo local, aunque sin grandes comodidades, es decir, sentado en un taburete frente a un pequeño mostrador.

Encontrarás establecimientos de Gindako en la zona de restauración de los grandes centros comerciales y en casi cualquier barrio de Tokyo. Apunta este nombre, porque te puede sacar de muchos apuros. Es una opción económica ¡y además está buenísima!

Rafa Fernández: New York State of Mind

"No sé cuál fue la primera vez que Rafa Fernández visitó Nueva York. Quizá un día que escuchó a John Coltrane o una de tantas noches que repusieron Annie Hall en la tele.

Lo que sí sé es que aquel fue el primero de muchos viajes. Casi sin darse cuenta, la ciudad se fue apoderando de él, inoculándole el virus de la nostalgia de lo no vivido; esa enfermedad que padece el hijo del emigrante, quien añora la tierra de sus mayores sin haberla conocido.

Una vez Nueva York te posee, la única cura posible es emprender el viaje y aterrizar en la gran Manzana, ya no como forastero, si no como el exiliado que vuelve al hogar tras un largo destierro.

En la ciudad soñada, Fernández retrata con su cámara calles tranquilas y arboladas en el Village, noches de Jazz en el Lincoln Center, cafés en el Soho, Domingos de brunch y anticuarios; escenarios visitados antes mil veces con su imaginación.

El puzle de papel, celuloide y vinilo construido a través de los años, hecho de retazos de libros, películas y discos que han pasado por sus manos se completa con las instantáneas tomadas en las calles de Nueva York.

Al final, la ciudad no es otra cosa que un reflejo de lo que el viajero lleva en su interior.

Nueva York no existe, es un estado de tu mente."

Son muchos más de los que están, pero sólo quería que os hicieseis una idea de cómo fue la inauguración de "New York State of Mind", la primera expo individual de mi fotógrafo de cabecera en la galería El Arte de lo Imposible de Gijón.

Las diecinueve instantáneas que Rafa nos propone son otras tantas estaciones en un viaje apasionante por su Nueva York particular. No os la perdais...

Podéis visitar "New York State of Mind" de lunes a Sábado hasta el 26 de Septiembre en:

EL ARTE DE LO IMPOSIBLE

C/Jacobo Olañeta, 10 Gijón

+info: http://elartedeloimposibledemiguel.blogspot.com.es/2012/08/3108-260912-new-york-state-of-mind-de.html

          http://www.elcomercio.es/v/20120831/cultura/fotografo-avilesino-rafa-fernandez-20120831.html