sábado, 25 de julio de 2009

Essaouira: en casa de Jorge y Luna

La imagen que los europeos tenemos de Marruecos está asociada al calor, desierto, zocos con vendedores que te hostigan, bullicio... Y todo eso es cierto. Pero también existen oasis de paz como Essaouira, la antigua Mogador. A pesar del eterno sol, allí estás a salvo del calor porque siempre hace viento, por algo la llaman la Tarifa de África.

Esta pequeña ciudad situada en la costa atlántica de Marruecos es desde hace décadas, refugio de hippies, pintores, escritores, aficionados al kite y wind-surf, y en definitiva, de todo aquel que pretende tomarse la vida con calma, al menos durante unos días.


Cuando me puse a organizar mi viaje a Essaouira, tuve claro desde el principio que no quería alojarme en ningún hotel moderno de la playa, con mucho confort pero poca personalidad. Buscando en internet, encontré una de esas joyas que a veces se esconden en la red, la Maison Dar Skala, en el quartier Kasbah, o lo que es lo mismo, en pleno corazón de la Medina.


Seguro que habeis visto alguna de esas pelis románticas americanas en que una ejecutiva de Manhattan se recluye en una casa perdida en medio de ninguna parte a replantearse toda su vida, seguramente tras un fracaso estrepitoso en el amor, o una crisis en su fulgurante carrera.


Al final viene el muchacho a rescatarla, pero entretanto pasa unas semanas inolvidables haciéndose amiga de los pescadores, comprando en el mercado, aprendiendo a engarzar collares de abalorios... Eso sí, nada más llegar tira la Blackberry por la ventana, si no nada de esto es posible.

Supongo que sabeis a que me refiero. Bien, pues ésta es la casa donde se alojaría la protagonista de mi película. Llega a la casa donde Jorge, el argentino que la regenta, la recibe con los brazos abiertos y le enseña como orientarse en el laberinto de escaleras que suben y bajan. (Esto es totalmente verídico, yo me perdí varias veces).

Por supuesto, duerme en la Chambre Beldi, en lo alto de la casa, espaciosa y con salida directa a la terraza.


Por las mañanas se despierta temprano, con el murmullo de las olas, las gaviotas y los comerciantes que van abriendo sus tiendas abajo en la calle.

Sale a la terraza y desayuna sin prisas frente al mar: pan de la tahona de abajo, zumo recién exprimido, café y croissants.
Probablemente Luna, la perra de Jorge y verdadera dueña de la casa, la acompañe con la esperanza de conseguir algún bocado, o al menos, una caricia.


Por las tardes, de vuelta a casa, sube de nuevo a la terraza con un buen libro para admirar la puesta de sol. Y así van pasando los días...plácidamente.



THE END
Bromas aparte, Essaouira es un lugar con muchísimo encanto donde te sentirás como en casa. En cuanto a Dar Skala: ideal para viajeros, abstenerse turistas.

DAR SKALA


Quartier Kasbah - Médina - Essaouira MARRUECOS


http://www.darskala.com/

7 comentarios:

  1. Hermoso sitio, es bueno conocer un poco los secretos de eva¡¡¡
    Saludos desde México
    Mucha paz.
    bler

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  2. Muchas gracias por seguir mi blog desde el otro lado del charco.

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  3. Jorge debería plantearse muy seriamente una posible oferta de trabajo a Eva, como encargada de publicitar su establecimiento. Apetece salir pitando a conocer el Dar Skala de Essaouira, en cuanto se termina de leer el post.

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  4. Que bonito perderse en ese laberinto de escaleras, y más bonito, aún, perderse en ese amanecer, que envidia y que ganas de ir, ya te pedire el teléfono.
    Salud y a seguir así

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  5. Madre mía, ¡qué exito! Jorge, prepárate, que vas a tener un aluvión de reservas este verano...

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  6. Me gustaria muchoq ue te pasaras por mi blog y conocieras nuestra tienda de Gijón.
    Un saludo.
    Noemi

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  7. Hola, Noemí,

    ¡qué buena pinta tiene tu tienda! La verdad es que no la conocía. Un día de estos me paso a verte.

    Un beso.

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