Fetish, Madrid

El ser humano es insaciable por naturaleza, así que esta tarde, aún empachada de roscón y cava, doy la Navidad por terminada, pero mi cartera ya late pensando en el día de mañana, 7 de enero,día de comienzo de las rebajas.

Aunque es muy posible que al final no compre nada, mañana por la tarde, al salir de la oficina, me daré una vuelta por las tiendas de Avilés; a estas alturas ir de rebajas constituye una tradición más, como tomar las doce uvas o decorar el árbol. Bueno, quizá no sean buenos ejemplos, porque yo no hago ninguna de las dos cosas, pero seguro que entendeis a qué me refiero.
¿Sabeis que estaría genial? No tener que trabajar mañana e irme a pasar el resto de la semana a Madrid para visitar mis tiendas favoritas.

Por si hay alguna afortunada que pueda hacerlo, voy a recomendaros un sitio muy especial que descubrí la última vez que viajé a la capital. Iba paseando por la calle San Bernardo, sin rumbo fijo, cuando me tropiezo con un local impresionante, en uno de esos edificios señoriales, de techos altos y amplias cristaleras, que abundan en las calles vecinas a la Gran Vía.

Fachada de mármol negro, el nombre de la tienda, "Fetish", en letras doradas y dos grandes escaparates en madera puestos con un gusto exquisito, en los que lucen cuatro vestidos maravillosos, estilo lady-like.
Dudé un poco antes de entrar porque noventa y nueve de cada cien veces que entro en una tienda de este tipo, acabo arrepintiéndome: las dependientas son asquerosamente jóvenes y delgadas, me miran por encima del hombro y encima es todo carísimo y salgo con las manos vacías.

Aún así, me decidí a probar suerte; cuando una está fuera de casa siempre se siente más intrépida... Pero nada más cruzar la puerta, compruebo que si el exterior era suntuoso, por dentro aquello directamente parace una estancia del Escorial ¿dónde me he metido?
Suelo de mármol, frescos en el techo, escayolas ricamente talladas, lámparas de lágrimas de cristal. Me siento Pretty Woman, con lo bien que estaría yo en "H&M"...
Aunque me siento un tanto intimidada por el lujo, el gesto amable del dueño de la tienda me anima a quedarme, y curiosear entre la ropa, zapatos, bolsos y demás accesorios.
Compruebo que hay prendas bonitas, de calidad, y que tienen un precio más que razonable, sobre todo los vestidos de fiesta de Niza, una casa española que no conocía y me sorprendió gratamente.


Resumiendo: a los cinco minutos, Fabio Alexandrina, el dueño de Fetish y una persona encantadora, ya está hablando conmigo como si nos conociésemos de toda la vida.
Este brasileño de Río de Janeiro ya ha vivido en media Europa y desempeñado todo tipo de trabajos, incluído el de agente de espectáculos y diseñador de moda. Jaydy Mitchel llevó uno de sus diseños de cadena en "Isi Disi, amor a lo bestia", la peli de Santiago Segura.

Cuando le pregunto por este local tan singular, me explica que la tienda lleva allí sólo tres años; antes fue una peletería y una joyería de mucho renombre en Madrid.
Se trata de un edificio catalogado, por lo que permanece intacto desde hace siglos y está prohibido hacer ningún tipo de reforma en su interior, por eso conserva ese glamour de los años de gloria de la Gran Vía.
Ya veis, a veces las apariencias engañan; salí de allí encantada, con una bolsa en cada mano y la promesa de volver la próxima vez que necesite un vestido para alguna ocasión especial.

FETISH

C/SAN BERNARDO,10

MADRID

Tel. 91 531 26 76‎