Carabosse Dolls

Seguro que los lectores que me conocéis más a fondo, os habéis quedado boquiabiertos al ver el tema de mi post de hoy. Estaréis pensando: Pero si Eva odia las muñecas de porcelana... Es cierto, pero eso era porque aún no conocía el trabajo de María José Santos (Barcelona, 1972), que como veréis a continuación poco tiene que ver con esas figuras inexpresivas de largos tirabuzones y pololos que vemos en los escaparates. Pasen y vean el pequeño mundo de Carabosse Dolls presentado por la propia María José:

"EL BALLET

“Carabosse” es un personaje del ballet “La bella durmiente” de Tchaikovsky, el hada malvada, interpretado habitualmente por un bailarín travestido. Fue el primer ballet completo que vi, en versión del Royal Ballet. Me quedé impresionada por la escenografía, el vestuario, el virtuosismo de los bailarines… y en particular la brillante interpretación del personaje por Anthony Dowell.

La danza clásica es una de mis pasiones. Empecé a asistir a clases de ballet a los 19 años, muy tarde para llegar a hacer algo realmente serio. Recibí clases durante unos 12 años. Adoro el ballet por su belleza, su música, la puesta en escena… Tengo un buen número de libros sobre vestuario, anatomía de la danza, historia… y una colección de vídeos y dvds con versiones de clásicos de ballet por diferentes compañías.

Mi primera muñeca fue una bailarina, que hice a una escala mayor, 1/10, a petición de mi profesora de ballet. Hace ya de ello unos 14 años. Otra de mis primeras obras en miniatura fue un escenario completo con una escena del ballet de “La bella durmiente” en su interior.

Recuerdo con especial cariño una muñeca que hice para Elena Glurdjidze, primera bailarina en el English National Ballet. Fue un regalo muy especial encargado por un amigo de su tierra natal, Georgia, un país de la desaparecida Unión Soviética. Es una pena que no conserve ninguna fotografía de aquella pieza. Aquel encargo significó muchísimo para mí, pues era la primera vez que una bailarina de reconocido prestigio tenía una de mis muñecas.

El arte me interesa a todos los niveles. El problema es el tiempo para todo. La danza es a lo que dedico la mayor parte de mi tiempo libre: danza del vientre y hula (baile Hawaiano). Además de las clases, formo parte de un grupo de danza árabe con el que actúo en diversas ocasiones a lo largo del año.

LOS INICIOS

Me introduje en el mundo de las miniaturas a través de fascículos coleccionables y más tarde leyendo revistas especializadas (se editan dos en España, “Miniaturas” y “Casas de muñecas”). Empecé a hacer mi propia casa a escala 1/12, pero pronto abandoné el proyecto para dedicarme a hacer muñecas.

Al principio mi trabajo en un estudio de arquitectura, pues soy licenciada en Derecho y mi especialidad era el Derecho Urbanístico, con el hobby de hacer muñecas, aprovechando todas las horas libres del día y, muchas veces, de la noche. Progresivamente fui dedicando más tiempo a mi afición, una vez que le vi posibilidades de ganarme la vida con ello. Hoy en día vivo exclusivamente de esto.

EL PROCESO
Mis muñecas están hechas de porcelana. Los trajes los confecciono con tejidos naturales como diferentes tipos de seda, algodón, organdí… El cabello es de viscosa o de lana de cordero tibetano. Doy mucha importancia a la nobleza de los materiales y huyo de los plásticos y materiales artificiales, pues los naturales y tradicionales son más bellos y perduran en el tiempo.

Todo está hecho por mí. A veces colaboro con algún artesano de otra especialidad en miniatura, como Cristina Noriega (muebles), Concha Pacheco (mantones) o Ursula Stürmer (joyas).

Una vez que tengo los moldes y los patrones del vestido, es decir, que repito un modelo de muñeca creada con anterioridad, necesito aproximadamente una semana de intenso trabajo. La creación de una muñeca por primera vez requiere mucho más tiempo: investigación de un proyecto, modelado de un original, fabricación de moldes, creación del atuendo, dibujo de patrones, pruebas del traje…

Para mí lo más difícil y que más tiempo me lleva es la escultura/modelado de la figura original. Para las cabezas utilizo plastilina Roma, una plastilina especial para escultores que se fabrica en diferentes grados de dureza. Los cuerpos los hago con barro blanco, un material que permite lijar, tallar y corregir una vez modelado y seco. En este momento mi meta es conseguir un mayor realismo en las figuras, trabajando la naturalidad de las poses y la expresión facial.

EL VESTUARIO

Aunque todo el proceso me gusta, quizás la parte más entretenida es la de idear un traje, momento en que tengo la mesa de trabajo llena de materiales hechos un revoltijo, pruebas de bordados, dibujos, telas de diferentes colores y estampados…

La confección de los trajes comienza con la elaboración de unos patrones básicos, con una técnica de invención propia, que se adaptan perfectamente al cuerpo de cada muñeca. Sobre esos patrones hago transformaciones para conseguir prendas de diferentes formas y épocas.

Muchos de los trajes salen de mi imaginación, otros son réplicas exactas de trajes reales conservados en museos de la moda o, simplemente, vestidos que alguna vez han sido fotografiados. Me interesa mucho la historia de la moda y tengo una gran colección de libros sobre el tema. Siempre que viajo procuro visitar museos y colecciones de trajes antiguos y accesorios. También recurro con frecuencia a Internet buscando páginas de subastas de ropa antigua, webs sobre vestuario de películas… Otra de mis aficiones es ver y coleccionar películas de época, una fuente inagotable de ideas.

FORMACIÓN
Salvo un par de meses asistiendo a unas clases de reproducción de muñecas antiguas con la profesora Ángeles Caso, donde aprendí nociones básicas sobre la técnica clásica del manejo de la porcelana y su esmaltado, se puede decir que todo lo que aprendí lo hice de forma autodidacta: escultura, confección de moldes de escayola, estudio de la historia de la moda, corte y confección adaptado a la miniatura con técnicas de invención propia, bordado con hilo y con cinta de seda… Recuerdo una tarde en un depósito dental viendo cómo se fabricaban los moldes para las dentaduras. Todo ha sido a base de ensayo y error, experimentando con diferentes técnicas y materiales.

ENCARGOS
Trabajo por encargo de museos y particulares. Mi primera pieza de museo fue una bailarina, “Mirlitón”, del ballet “El Cascanueces”. Fue adquirida en la feria de Kensington, en Londres, por el Puppenhaus Museum de Basilea, Suiza.

Hace poco hice una muñeca con una réplica de un vestido de novia, calzado, peinado… para un regalo de boda. El Toy & Miniature Museum de Kansas City acaba de encargarme una serie de personajes de los años veinte para una joyería de estilo Art Decó en miniatura realizada por los artistas Mulvan y Rogers de Inglaterra. Otro encargo reciente es el viejo del cuadro de 1839 “El poeta pobre” del pintor alemán Carl Spitzweg. Los encargos especiales siempre suponen un reto y me divierte mucho hacerlos. En este momento estoy modelando a Leonardo Da Vinci y la Gioconda, por encargo de una coleccionista americana.

CREACIÓN
Cada año se me ocurren mil ideas diferentes. Este mes estuve en una librería de Madrid y encontré un libro precioso sobre el circo a lo largo de la historia, de la editorial Taschen. Ya sé cuál va a ser uno de mis próximos proyectos, probablemente. También tengo en mente una “Pin up girl”, inspirada en los cuadros del americano Gil Elvgren.
ENSEÑANZA
En el año 2003 El IGMA (International Guild of Miniature Artisans) se puso en contacto conmigo para que impartiese clases en su escuela de verano en Maine, Estados Unidos. Desde entonces he dado cursos en esa escuela y también organizo intensivos de fin de semana en Madrid.
COLECCIONISTAS
Por lo que yo sé, Inglaterra y Estados Unidos son los paises donde hay más afición al coleccionismo de miniaturas. En España la afición está creciendo. Además de las revistas españolas que mencioné anteriormente, se celebran desde hace años diversas exposiciones y ferias de miniaturas en nuestro país, en especial la de Noviembre en Madrid, organizada por Tom Bishop, que lleva camino de convertirse en una de las más importantes de Europa. Personalmente, asisto a las ferias de Chicago, Filadelfia, Alemania y Madrid.

No hay un perfil determinado del aficionado a las miniaturas, pues gustan a gente de todas las edades, hombres y mujeres… Sí es cierto que el coleccionismo serio requiere un desembolso económico que no todo el mundo puede permitirse, pues las mejores piezas son caras: réplicas exactas de muebles de diferentes épocas con marquetería, vajillas de plata u oro, reproducciones fieles de salones de palacios realizadas con los materiales originales… No obstante, en la miniatura hay precios para todos los bolsillos y siempre está el “hazlo tú mismo”, que se disfruta mucho y hace volar la imaginación."

+info: http://www.carabosse-dolls.com/