Tras alguna que otra bronca cariñosa por parte de mis lectores más fieles, he decidido que es hora de volver al teclado e autoimponerme la sana costumbre de escribir todas las semanas.
Que conste que esos comentarios vuestros, lejos de molestarme, me halagan. Es genial saber que hay alguien que te echa de menos al otro lado de la pantalla.
En fin, sirva de excusa que esta época del año es más para vivir experiencias que para contarlas: los viajes, las comilonas, las cañas con las amigas... me dejan poco tiempo para escribir. En verano todos los días parecen Sábado; y esto me viene al pelo para enlazar con el tema del post de hoy:
"Sábado forever", la exposición de María Lezón que se inauguró ayer en la galería "El arte de lo imposible" de Gijón.
Gracias a los milagros de internet, que no siempre es tan malo como lo pintan, mi fotógrafo de cabecera descubrío a María.
A raiz de ese feliz encuentro empezó a perfilarse la idea de exponer en Gijón, algo que ha sido posible gracias a nuestra amiga Olga, de El Arte de lo Imposible.
Yo también me enamoré a primera vista del colorido de sus pinturas y de esa manera tan personal de mostrarnos las mil caras de la mujer de hoy.
Justo un año después, María hace un alto en sus vacaciones familiares y desembarca por primera vez en Asturias trayendo consigo una selección de obras de su estudio de Ottawa. Disfrutaremos de "Sabado forever" hasta el dia 20 de Septiembre.
En esta ocasión, pensando en el público joven y en las economías menos boyantes, ha optado por el formato pequeño o mediano, la respuesta no se ha hecho esperar, ya que la misma tarde de la inauguración se cerraban las primeras ventas y reservas.
María, gracias por llenar Asturias con tu luz, uno solo de esos cuadros basta para iluminar un día gris.
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