sábado, 14 de julio de 2012

Federico Granell

El último fin de semana de Junio lo pasé en Madrid, y como me suele ocurrir, había demasiadas de cosas que quería ver. Sabía que no habría tiempo para todo, así que seleccioné tres exposiciones para visitar: Scott Schuman en Loewe, Hopper en el Thyssen y Federico Granell en Utopía Parkway, la galería de Lola Crespo.
"A Cielo Abierto", la última exposición de Federico Granell (Cangas del Narcea 1974) es el resultado de su paso por Turquía hace un año y en ella nos muestra la evolución del día y de unos personajes situados en un lago de sal y en el paisaje agreste de Capadocia.
Aunque la exposición se inauguró el 15 de Junio y sólo queda una semana para su clausura, no quería dejar pasar la oportunidad de hablaros de este artista, que ha sido noticia en los últimos días por resultar ganador del Premio Cajastur del Certámen de Arte de Luarca. Para eso he acudido a la persona que mejor conoce la obra de Granell: él mismo, que ha tenido la generosidad de responder a todas las preguntas que veis aquí a continuación.
¿Cómo fueron tus comienzos en el mundo de la pintura?
Gracias a muchos factores, mis padres, mis abuelos, el taller de compasso donde Mauro enseñaba, siempre he pasado horas y horas dibujando. De ahí pasé a la acuarela y a los trece años al óleo que es con lo que me siento más cómodo.

Federico es licenciado en Bellas Artes, así que me interesa saber qué importancia le da a la formación.
Pues es importante no por lo que enseñaban los profesores, que con alguno bueno siempre te encontrabas, sino por estar en contacto con gente con inquietudes parecidas y con los que compartías un montón de ideas y experiencias.
Y ahora entramos de lleno en el universo Granell: ¿qué te inspira?
Me inspiran sobre todo los viajes, me parece algo muy enriquecedor, es de las cosas que más me gustan y cuando algo me impresiona intento plasmarlo a mi manera. La música es básica en mi trabajo, no sabría pintar en silencio, me deprimiría.
¿Cómo defines tu estilo?
Soy un pintor figurativo, muy basado en la fotografía pero sin pretender llegar a las calidades fotográficas, para eso ya está la cámara. El estilo ha cambiado poco a lo largo de mi carrera, más bien evoluciona según los temas que voy trabajando.
Preguntado por sus pintores más admirados, Granell va más allá de nuestras fronteras, pero tampoco se olvida de los grandes pintores asturianos.
Hopper, Vermeer, Caspar Friedrich, Turner, Anselm Kiefer, Lucien Freud, David Hockney, Morandi, Degas, Botticelli... Españoles: Antonio López, Galano, Melquiades Alvarez, Piñole, Faustino Ruiz de la Peña, Chechu Alava...seguro que me dejo a muchos fuera de la lista, por eso lo de los puntos suspensivos.
Las influencias seguro que están ahí en la obra aunque no sean siempre evidentes, me gusta sobre todo la pintura intimista.
Ahora que ya conocemos un poquito los gustos de Federico Granell, nos vamos al taller ¿qué técnicas y formatos sueles utilizar?
Un noventa y cinco de mis pinturas son óleo sobre lienzo, sin embargo en los formatos ya soy más caprichoso, desde el formato cuadrado que funciona muy bien, al apaisado, tirando hacia el panorámico y ahora mismo estoy trabajando en grandes formatos verticales. Y me siento tan a gusto con formatos pequeños como grandes, cada uno tiene sus reglas que hay que cumplir.

¿Cómo organizas tus jornadas de trabajo?
Me gusta trabajar por las mañanas porque estoy más metido en lo que hago, lo veo todo más claro. También me gusta más el verano porque trabajo con luz natural y el invierno de Asturias es un poco oscuro aunque ya estoy acostumbrado. Supongo que es algo que se palpa en la pintura sin darnos nosotros cuenta.
Supongo que la primera vez que cobras por tu trabajo siempre es especial, por eso me gusta preguntar a los artistas cómo recuerdan sus primeras ventas.
La primera venta fue una acuarela de un perro que había hecho para una asignatura de la facultad, al profesor le gustó para tenerla y me la compró.
De algunas obras cuesta más desprenderse que de otras pero intento ver lo positivo, que alguien pague por tener en su casa un cuadro mío, que lo vea y no se canse para mi eso ya es un regalo. Además es necesario que sino tendría el estudio lleno de obras antiguas y soy de los que piensa que lo mejor está por venir.
¿Practicas alguna otra disciplina artística?
Hago fotografía, mucho dibujo y algo de escultura, me apetecería hacer más grabado pero no tengo el tiempo y también tengo alguna cosa de videocreación.

¿Con qué galerías has trabajado hasta el momento?
En Oviedo con Murillo, en Gijón con Gema Llamazares, en Madrid con Frvela y ahora con Utopía Parkway, en París con Nivet-Carzon, en Roma con Dora Diamanti, en Santo Domingo con La Galería.
 Para mí encontrar la galería adecuada es importantísimo, tiene que haber mucha confianza para que todo salga perfecto.
¿Cómo ves el circuito artístico en Asturias, crees que vivir en provincias te condiciona en algún aspecto?
El circuito asturiano está muy vivo, pasan muchas cosas para ser una región tan pequeña, hay mucha gente apostando fuerte por el arte y la creación, abriendo galerías y presentado el trabajo de mucha gente nueva y de los artistas consolidados y lo más importante, público interesado en descubrirlas, no tenemos nada que envidiar a otras provincias.
En cuanto a la repercusión a nivel nacional, lo que pasa aquí es difícil que trascienda fuera; por eso es bueno no cerrarse, hace falta salir más y siempre que sea posible, exponer con galerías nacionales o internacionales, que aquí hay calidad para exportar.

¿Qué nuevos proyectos tienes entre manos?
En septiembre colaboro con la Opera de Oviedo en el libreto de Werther, una idea muy interesante que es la primera vez que se hace aquí y que conecta muchas disciplinas, estoy muy ilusionado con el proyecto. Después en octubre haría mi tercera exposición en París, que me tocará preparar a lo largo del verano.

Así es Federico Granell, una exitosa combinación de talento y trabajo duro. Este post tengo que agradecérselo a Fede por atenderme en esta semana en la que sé que está solicitadísimo con el tema del premio y a Lola de Utopía Parkway por recibirme tan bien cuando fui a visitar la exposición.

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