Ahora que las tiendas vintage florecen en las calles de Madrid cual margaritas en primavera, es fácil pensar que abrir una puede ser una buena idea.
En 1992, cuando "Pepita is Dead" comenzó su andadura, a la mayoría de nosotros el término "vintage" nos sonaba a chino y seguro que muchos recelaban de este comercio donde se vendían trapos viejos.
Sin embargo, hoy en día, es un referente internacional en su campo. Su local de la calle Dr. Fourquet es sólo la punta del iceberg; ya que cuentan con un almacén en El Escorial, con más de 50.000 artículos de los años 60, 70 y 80, que se alquilan para producciones teatrales, televisión, fotos de moda, etc.
Las invitaciones de esta fiesta ya llevaban un sello con la muñeca del logo; así que se puede decir que aquella noche, nació Pepita. La ropa tuvo tan buena acogida que Cristina decidió replantearse su negocio y empezar a introducir prendas antiguas en la tienda, que durante un tiempo convivieron con sus propios diseños y poco a poco les fueron ganando terreno.
Conforme se iba introduciendo en este mundillo, iba haciendo nuevos contactos y empezaba a viajar, visitando comercios y talleres que liquidaban sus existencias. Para entonces Choren ya se había incorporado al proyecto.
Su mejor publicidad fue el boca a boca, aunque también ayudaba su ubicación, rodeada de galerías de arte y a un paso del Museo Reina Sofía, lo que facilitaba la visita de creadores que buscaban ropa diferente para sus proyectos.
Hoy compran en Pepita is Dead, desde actores o estudiantes hasta señoras vecinas del barrio; las revistas de moda les piden complementos para combinar en sus sesiones de fotos y podeis ver ropa suya en series de televisión.
Visitar Pepita is Dead es toda una experiencia. Nada más entrar nos reciben Champán (ella) y Sidra (él), los dos maniquís de los escaparates. Sobre el papel pintado, salpicado de flores y pájaros destaca una gran fotografía de Sonia Guisado, y justo enfrente, el logo de la tienda, con una gigantesca Pepita precipitándose al vacío.
PEPITA IS DEAD
C/DOCTOR FOURQUET, 10
En 1992, cuando "Pepita is Dead" comenzó su andadura, a la mayoría de nosotros el término "vintage" nos sonaba a chino y seguro que muchos recelaban de este comercio donde se vendían trapos viejos.
Sin embargo, hoy en día, es un referente internacional en su campo. Su local de la calle Dr. Fourquet es sólo la punta del iceberg; ya que cuentan con un almacén en El Escorial, con más de 50.000 artículos de los años 60, 70 y 80, que se alquilan para producciones teatrales, televisión, fotos de moda, etc.
Todo empezó cuando la diseñadora Cristina Guisado, que ya tenía tienda propia por aquel entonces, recibió un regalo muy especial de su hermano: una partida de ropa antigua y sin estrenar que había encontrado en uno de sus viajes.
En principio estas prendas eran para uso personal de Cristina, pero le gustaron tanto que decidió compartirlas con sus amigos. Así que en vez de esconderlas en su armario, organizó una fiesta para sus conocidos donde presentó sus nuevos/viejos tesoros.
En principio estas prendas eran para uso personal de Cristina, pero le gustaron tanto que decidió compartirlas con sus amigos. Así que en vez de esconderlas en su armario, organizó una fiesta para sus conocidos donde presentó sus nuevos/viejos tesoros.
Las invitaciones de esta fiesta ya llevaban un sello con la muñeca del logo; así que se puede decir que aquella noche, nació Pepita. La ropa tuvo tan buena acogida que Cristina decidió replantearse su negocio y empezar a introducir prendas antiguas en la tienda, que durante un tiempo convivieron con sus propios diseños y poco a poco les fueron ganando terreno.
Conforme se iba introduciendo en este mundillo, iba haciendo nuevos contactos y empezaba a viajar, visitando comercios y talleres que liquidaban sus existencias. Para entonces Choren ya se había incorporado al proyecto.
Su mejor publicidad fue el boca a boca, aunque también ayudaba su ubicación, rodeada de galerías de arte y a un paso del Museo Reina Sofía, lo que facilitaba la visita de creadores que buscaban ropa diferente para sus proyectos.
Hoy compran en Pepita is Dead, desde actores o estudiantes hasta señoras vecinas del barrio; las revistas de moda les piden complementos para combinar en sus sesiones de fotos y podeis ver ropa suya en series de televisión.
Visitar Pepita is Dead es toda una experiencia. Nada más entrar nos reciben Champán (ella) y Sidra (él), los dos maniquís de los escaparates. Sobre el papel pintado, salpicado de flores y pájaros destaca una gran fotografía de Sonia Guisado, y justo enfrente, el logo de la tienda, con una gigantesca Pepita precipitándose al vacío.
En cuanto a la ropa y complementos: vestidos, pantalones, bañadores, bolsos, zapatos, gafas de sol, bisutería... No sólo ropa de mujer, también de caballero y niño. Aunque hay prendas de diseñadores conocidos, no es requisito indispensable; lo importante es la calidad y una buena conservación.
Hoy quiero despedirme dando las gracias a la encantadora María, que me ha abierto de par en par las puertas y cajones de Pepita is Dead.PEPITA IS DEAD
C/DOCTOR FOURQUET, 10
MADRID
Tel. 915 288 788
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