Quizá recordéis que allá por el mes de enero os hablé del fotógrafo madrileño Rubén Morales y os conté que pronto tendría una de sus obras en casa. Ahora me veo en la obligación de rectificar.
No tengo una, sino ¡dos fotos suyas! La que veis arriba es el fruto de un intercambio con Rafa Fernández y la de abajo, que me hace aún más ilusión, es un regalo personal que me ha traído Rubén este fin de semana. Casualmente, esta es de las obras que, en su día sacó a la venta en beneficio de las víctimas de Haití. Me gustó en cuanto la vi, así que estamos encantados de que tenerla en la colección Fernández-Heres ; ) El motivo de su visita a Asturias era la inauguración de la exposición "Retratos de una revolución pendiente". Estas fotos pertenecen al que fue el primer trabajo documental de Morales, para el que viajó a Cuba acompañado de su inseparable Rolleiflex de 1956 y una maleta repleta de películas Trix400.
Podéis visitar la muestra en la sala ámbito Cultural de El Corte Inglés de Gijón, solo hasta el 13 de noviembre. Merece la pena apreciar sus obras al natural, no solo por la belleza de las imágenes sino por el minucioso trabajo de artesano que hay detrás de cada una de esas copias. No olvidéis que Morales es de esos artistas que aún se encierran durante horas en el laboratorio a revelar sus propias fotos, y eso se nota en el resultado.
Podéis visitar la muestra en la sala ámbito Cultural de El Corte Inglés de Gijón, solo hasta el 13 de noviembre. Merece la pena apreciar sus obras al natural, no solo por la belleza de las imágenes sino por el minucioso trabajo de artesano que hay detrás de cada una de esas copias. No olvidéis que Morales es de esos artistas que aún se encierran durante horas en el laboratorio a revelar sus propias fotos, y eso se nota en el resultado.
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