domingo, 20 de septiembre de 2015

Candamo en tiempos de guerra

Más razón que un santo tenía el tal Cicerón cuando dijo eso de: "Quien olvida su historia está condenado a repetirla".
Es cierto que el tema de la guerra civil aún levanta ampollas en España y que ochenta años después quedan viejas heridas que cerraron en falso; pero yo soy de las que opinan que desde el respeto y la comprensión mutua no hay nada de lo que no se pueda hablar.
Lo que pasó, pasó y ocultarlo no sirve de nada. Mejor tenerlo bien presente y aprender de los errores de nuestros mayores para no volver a caer en ellos.

Ése parece ser también el espíritu de "Candamo 36-37", las Jornadas de recreación histórica que se celebraron en Grullos (Candamo) el fin de semana pasado.
La organización corre a cargo de los miembros de la Asociación Frente del Nalón en colaboración con el Ayuntamiento de Candamo y  la Asociación de Vecinos de Grullos. 

De hecho, si yo me entero de las cosas que pasan en Candamo es gracias a mi amiga y compañera Nuria Cuervo, miembro de la asociación de vecinos y responsable del perfil de Facebook "Candamo ye perguapu" y a José Luis Suárez, concejal de cultura de Candamo y uno de los fans más fieles de este blog.
De todos los actos del fin de semana, que incluían charlas, rutas guiadas por los alrededores y hasta una verbena con cupletista incluida sólo pude asistir a la representación de la batalla que tuvo lugar el sábado por la tarde.

Eso sí, antes de dirigirme al frente tuve tiempo de visitar el Museo vivo, una muestra de la vida cotidiana civil y militar de la época.
Junto a la iglesia se había desplegado un puesto de socorro, una escuela itinerante de las milicias culturales y un puesto de mando con sus mapas de guerra y todo.

Llegada la hora acordada, las 6.15 de la tarde, y una vez arengados ambos bandos por sus superiores, nos trasladamos todos a una finca cercana donde dio comienzo la recreación de la batalla del Mazucu que se desarrolló en los Picos de Europa y las proximidades de Llanes en septiembre de 1937.
No me las voy a dar de erudita contigo, confieso que para entender lo que allí se había escenificado tuve que tirar de libro de historia al llegar a casa.

Estoy pez en lo que se refiere a historia contemporánea de España y eso que esta guerra tocó de cerca a mi familia, como a tantas otras, y se llevó por delante a mis dos abuelos.
Parece ser que la batalla del Paso de Mazucu entre republicanos y carlistas fue una de las más sangrientas de la contienda y además resultó decisiva para la entrada en Asturias del bando nacional.

Alrededor de cien participantes reprodujeron en treinta minutos este enfrentamiento en el que tomaron parte en su día treinta y tres mil soldados de las Brigadas Navarras capitaneados por el teniente coronel José Solchaga Zala y unos cinco mil republicanos con el coronel de la Guardia Civil Juan Ibarrola Orueta.
Reconozco que me impresionó la profesionalidad de estos actores y el despliegue de medios con petardos y voladores que hacían las veces de disparos y bombas.

No hay que olvidar que se trata de simples aficionados que hacen esto desinteresadamente, sin embargo van perfectamente uniformados con elementos originales de la época y su actuación es de lo más convincente. Aprovecho para darles la enhorabuena a todos los participantes y agradecerles la buena tarde que me hicieron pasar.
 Qué bueno sería que la guerra de verdad hubiese terminado como ésta:
 Con un abrazo, una foto de grupo y unas sidras en el chigre.

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