sábado, 5 de noviembre de 2016

Married Cocina, de César Fernández Casado

"Se guisa de comer". Esta inscripción en el escalón de entrada del restaurante Married constituye toda una declaración de intenciones. Nos gusta la cocina creativa, nos gustan los platos bien presentados, nos gustan las técnicas de vanguardia, pero por encima de todo, nos gusta comer rico, que a nadie se le olvide.
En este diminuto local del Oviedo Antiguo que conserva el encanto de las antiguas casas de comidas, César Fernández Casado despliega su magia ante los fogones y nos ofrece una cocina "de diseño" llena de sabores de nuestra tierra que nos recuerdan a la cocina de carbón de nuestras abuelas. Entrecomillo lo de diseño por lo denostado del término, que a menudo se utiliza de forma despectiva para referirse a los establecimientos innovadores que ofrecen largos menús de degustación. Me hace gracia esa leyenda urbana de que en estos restaurantes se queda uno con hambre ya que la experiencia me dice que suele ser más bien al contrario.
Hacía ya meses que tenía en mente visitar Married, pero como según mi madre soy "mala comedora" me inquietaba un poco el hecho de en vez de carta tuviese un menú único. Mi preocupación se disipó rápidamente cuando nada más descolgar el teléfono para reservar me preguntaron sobre mis alergias, preferencias y manías. Así pude acudir con la tranquilidad de saber que no me iba encontrar ni legumbres ni vísceras en el plato.
Como el mundo es un pañuelo, y tratándose de Asturias mucho más, al frente de la sala me encontré a un viejo conocido, el sumiller Francisco Álvarez, que fue mi profesor de cata de vinos en un curso que al que asistí en Avilés hace ya algunos años.
En esta ocasión no me animé a optar por el maridaje porque incluía algunos caldos que no me vuelven loca, como el txakoli y el cava rosado. No obstante, reconozco que las recomendaciones del sumiller siempre son las más acertadas para potenciar el sabor de los platos y yo suelo tenerlas muy en cuenta.
Como os decía, esta vez fui a lo seguro con un tinto ya conocido que nunca defrauda, El Nómada 2012 de la bodega Finca de la Rica (D.O.C Rioja).
Tras un aperitivo cortesía de la casa, pan con aceite y una copa de sidra, tomamos el menú compuesto por seis platos que paso a mostraros. Comenzamos con el tartar vegetal, mejillón de roca y escabeche carbónico de frutos rojos.
Versión de una empanada de bacalao, cocochas confitadas, crema de pilpil y crujiente sobre fritada con matices dulces.
Cassoulet de alubias frescas de La Granja, panceta ibérica “Joselito”, duxelle de champiñones y piparras, en mi caso extra de champiñones y sin alubias, ya que soy una asturiana desnaturalizada a la que no le gustan les fabes. 
Ahora que lo pienso, ya ni recordaba la última vez que sentí en mi boca un crujiente, sabroso y cremoso trozo de tocino. Me quito el sombrero ante César, que en tiempos de runners y adictos al cross-fit nos planta delante este festival de grasas, se agradece la osadía...
Raya adobada en un pesto genovés, caldo de moluscos acompañado de verduras a modo de minestrone.
El menú continúa con callos de cordero, teja crujiente de su piel y polvo de manchego añejo.
Como los dos comensales somos objetores en materia de casquería, en lugar de callos tomamos solomillo de xata roxa.
Higos asados sobre cremoso de queso fresco, confitura y crujiente de avellana, un postre ligerito y muy fresco para cerrar una comida memorable. De pequeña había una higuera justo delante de casa de mi abuela y yo no quería ni olerlos, pero en los últimos meses he probado los higos en varios preparaciones diferentes y confieso que han sido todo un descubrimiento.
Acompañando a los cafés nos ofrecieron los clásicos petit-four, una costumbre que ya se ha instalado en muchos restaurantes asturianos. Mi acompañante se decantó por un whisky escocés de 15 años, The Glenrothes 2001. Yo no soy muy aficionada a tomar licores a los postres, pero de vez en cuando me tomo un Oporto, en este caso un tawny de 20 años de la bodega Dow's.
Llegado este punto es probable que estés considerando reservar para esta misma noche, aunque es muy posible que para cuando leas esto la propuesta del chef haya cambiado por completo, ya que uno de los encantos de Married es que renueva continuamente sus platos a lo largo del año, lo que hace que una quiera volver una y otra vez.
+ info: Married Cocina
C/Trascorrales, 1 Oviedo
Reservas: 984 28 36 44
wwww.marriedcocina.eu

2 comentarios:

  1. Gracias por la presentación de platos. Me conformo con algo menos sibarita, lo habrá en esa carta??? Un saludo a los dos. Recordaré esta recomendación cuando alguien comente que necesita un "menú diferente" a lo que estamos acostumbrados.

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    1. Gracias, Lupe. De sibarita nada, apto para todos los públicos y muy rico. Un besín y otro a Miguel, gracias por comentar.

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